viernes, 21 de diciembre de 2012

LA HORMIGA Y LA MONTAÑA DEL AZÚCAR

Desechemos aquella imagen tópica 
de un Dios en camisón y luengas barbas
con un triángulo tras de la coronilla
y un dedo enhiesto cual Júpiter Tonante:
infantiles ensueños, proyecciones 
de una mente que es todavía inmadura
con pensamientos poco desarrollados
sobre el acercamiento y la vivencia 
a nuestra realidad que es transcendente
malbaratada reducida a conceptos.

Resulta alienación de las más tristes
negarse uno a sí mismo la experiencia 
de vivir eso que ES, ya que es nosotros
aunque lo llame "Dios" por el momento,
lo cual indica que todavía rige 
la dualidad de un "yo", de una persona
frente a otro ser que asumo muy distinto
… ¿acaso hay algo que fuera de Dios sea?.

Quien no ha gustado, siquiera por instantes,
el sabor que tiene lo divino
que no es algo lejano inaccesible 
sino la esencia de lo que somos todos
y por tanto no puede estar muy lejos;
quien no ha entrevisto los campos fabulosos
de Energía, de Amor e Inteligencia,
al dirigir atención a lo de arriba
(según esquema de orientación del cuerpo) 
no sabe qué es el vivir verdadero.

Son importantes las experiencias místicas,
nos aclaran trechos del panorama,
trastocan los valores de la vida
habitual —que en el fondo no llena—
al descubrir que hay otras realidades
maravillosas y que desconocíamos
de visión, de gozo y de potencia
aun sea —digo— por instantes siquiera.

Anhelo conexión con lo infinito
y por veces lo logro en una chispa 
de eternidad en trance emocionante,
mas tal cual llega en un cierto momento
así muy pronto la bendición se marcha,
o mejor dicho: yo soy el que abandono
ya que me atrae mi mundo todavía. 

Otro problema es el comunicarlo:
es algo que supera al raciocinio 
y ninguna palabra hace justicia 
a lo inefable, sólo la poesía 
puede acercarse de modo balbuciente;
esto es al cabo lo que han hecho los místicos
pongo por caso: San Juan, Santa Teresa…
y otros muchos de tantas tradiciones.

Desorbita el lenguaje y el discurso
el pretender explicaciones lógicas; 
tan sólo señalar que ello es posible 
y que su vibración viaje y excite 
—como hace el diapasón con diapasones—
a aquellos más afines que estén cerca.

¿Cómo una hormiga podrá decir a hormigas
en su antro obseso tan sólo en subsistencia
con trajín del va-y-viene de hormiguero,
a qué sabe lo dulce que ha gustado
allende de los límites oscuros
en las montañas de azúcar descubiertas?.

Acercarse asombrada hasta sus bordes
y darse un "atracón", después contarlo
y ser tachada así de "hormiga mística";
asumir ese riesgo bien merece
si es poner "dientes largos" al cotarro 
incitando a viajar hacia el azúcar
quizás al menos a aquellas que se fíen 
de su relato, moviéndolas a asombro
del mundo fabuloso que allí espera.

Y ya para acabar propongo un "koan"
que hace al meollo de todo este tinglado:

¿Qué es preferible vivir?: ¿el blanco y negro 
en dualidad de azúcar y de hormiga 
que así podrá gozar en el gustarlo
mas también sufrir cuando haya ausencia
al perder el acceso a la montaña?…
¿o ser en la unidad: ser sólo el blanco 
de inmensas cordilleras del azúcar 
pero inconsciente de haber un sabor dulce?.

¿Dios necesita el que haya dualidades 
para a sí mismo al cabo conocerse
en juego temporal de los contrarios?;
¿en Yin y Yang danzantes en la Maia
y recrearse en el "Sat, Chit, Ananda"
emanando en aspectos trinitarios
de la Energía, Amor e Inteligencia
(del Padre, Hijo y Espíritu Paráclito)
después disperso en multitud de rayos
dando sombras chinescas en pantalla
que buscan esa luz que les da origen?.

¿Es esta la razón de la existencia:
poder gustar de mi potencia suma,
de mi omnisciencia, de mi amor infinito,
con creación de negros hormigueros
dando a probar por veces de mi esencia
dulcísima en montañas del azúcar?

… pero esto sólo se lo plantea la hormiga;
la blanca cordillera está en SILENCIO.





© albertotrocóniz / 12
Texto: de "LA BÚSQUEDA INCESANTE"
Imagen: de "FOTOFILTRADA"
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2 comentarios:

  1. http://albertotroconiz.blogspot.com.es/2012/12/mistica.html
    http://tinyurl.com/hmqdac3

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  2. Gracias amigo por tus comentarios. Con ese azúcar pienso que se edulcore venideras sesiones de "Tea & Silence" cuyo proyecto ronda por mi cabeza y en donde a alguna espero que vinieses.

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