martes, 2 de abril de 2013

EN DOS TEMPLOS NORMANDOS DE PALERMO

En medio de un paisaje que es sublime
en contraste con la miseria humana
de utilitarios, de motocarros, baches
y conductores suicidas (de los otros)
que cual demonios obstruyen el camino
me acogeré a sagrado en estos templos …



SAN CATALDO

Altar cúbico y encima una gran urna, 
ventanas ojivales en los muros 
piedra desnuda alzándose a lo alto 
sobre los arcos sobre los capiteles
sobre columnas de estilizados fustes;

cuadratura del círculo en pechinas
que expresan el camino a recorrerse
y todo rematado en las alturas 
por cúpulas exentas: tres coronas
que dan al exterior un aire islámico;

en el suelo mosaicos laberínticos
nos marcan un mandala: cruz al centro:
un fuego espiritual donde reunirse 
como hicieran aquí mismo caballeros 
de orden custodia del Santo Sepulcro;

y después avatares variopintos
que con iniquidades trajo el tiempo;
hoy restaurada mazazo es de belleza
al visitante que entra desprevenido.
Solo por esto compensa ir a Palermo.




MONREALE

Acaso el mundo empiece en Monreale
y acabe aquí también entre teselas 
donde está todo, al menos lo que importa 
de la elegancia, el arte, la belleza  
como en urna sagrada protegida.

La arquitectura expresa el Cuerpo Místico
al que propone un camino iniciático
después de recorrido laberíntico 
por tierra y mar en cruce de caminos
trasunto del dibujo en pavimentos.

Asciende la visión por las columnas 
giganteas que fueron de romanos;
como cíclopes soportan la estructura
aérea de luz con arcos en ojiva
sustentando al cabo la techumbre

de la nave, vera nave invertida
con cuadernas que acaso sean de oro;
nave salvífica o vientre de ballena
para Jonás, si incrédulo al principio
aquí tomado a playas de otro mundo

con todo aquel que se haya depurado
cual alburas en costados de mármoles 
escalando arriba hacia lo sacro: 
camino hacia la luz que dentro filtra 
y repite mil veces transformada

en oro alquímico panoplia de mosaicos
con escenas de Biblia en paramentos
que llevan al dorado Pantocrátor
resumen de teorías en el ábside
filtrando un rayo venido del oriente;

hipnotizando con esta luz dorada
propone al visitante una heliomaquia,
lo que es lo mismo: un camino hacia el centro
como el que expresa de nuevo el arquetipo
del claustro impresionante del convento.



© albertotrocóniz / 13
Texto: de “VIAJE A SICILIA”
Imagen: de "FOTOFILTRADA"



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