lunes, 8 de abril de 2013

UN PASEO MACABRO POR PALERMO

Tras de pasar frente a horrorosa fuente
llamada con justicia "de vergüenzas"
(por amasijo de carnes exhibidas
en desnudos mostrencos hechos piedra),
encaminé mis pasos errabundos
por dédalo de calles de Palermo,
muy atento a no ser atropellado
de motocarros cargados de alcachofas,
máxime que allí apenas hay aceras.

En plaza del Convento Capuchino
"di con mis huesos" frente al camposanto;
el frescor y la paz que traslucía
en contraste con el humano tráfago
me sedujo a traspasar sus verjas
e internarme por calles y avenidas
ordenadas en "cardo & decumanus",
con un claro urbanismo que regía
toda aquella metrópoli de muertos,
que de otro mundo en efecto parecía
si se compara al tan distinto a ese
del día a día del tráfico en Palermo.

Es de admirar "chalets" y "palacetes"
de espléndida factura, de los túmulos;
recordé aquellos buenos tiempos
de aplicación del “Libro de Tarifas”
a obras de Arquitectura Funeraria
donde ello era de un porcentaje máximo
siempre con clientela asegurada
gracias al Hacedor  ("sumo arquitecto"
aun hoy día Él preferiese un otro título);

me preguntaba si aquellos más lujosos
corresponderían a capos de la mafia;
sería de ver a esos “clientes” inquietantes
—gafas oscuras y pelo engominado—
con negras limusinas a la puerta
(¿cómo es posible en calles tan petadas?)
muy trajeados, depositando flores
a sus deudos  … ¿mejor hallarse en paro?.

Sentado a descansar sobre una lápida,
y al contemplar tanto granito y mármoles
y niños correteando por entre ellos,
me vino a la cabeza algo chocante
que llama la atención sobre el comercio
de la ciudad cuando recorres calles:
el gran número de tiendas existentes 
de servicios para las pompas fúnebres
y aquellas otras de bodas y bautizos;
¿una cuestión de vida renovándose?.

Salí, y entré de nuevo en la ultratumba
pues visité —la cosa cae muy cerca—
de Capuchinos célebres catacumbas
(tras confortado con su bebida tónica);
allí los frailes fueron recolectando
al cabo de los siglos mil cadáveres
de toda condición: hombres, mujeres,
niños, adultos, jóvenes y ancianos,
ricos y pobres, clérigos, seglares,
poderosos, burgueses, gente anónima
—la muerte, ya se sabe, es democrática—
el microclima permite se conserven
con gran integridad aquellas formas
que adquieren los despojos de los cuerpos
cuando pasados sus días de pujanza.

La concurrencia es de lo más variado,
a quien por ende da la guardarropía
un elemento chocante y diferente:
se ve un obispo orondo (en otros tiempos),
al militar glorioso de uniforme
(del enemigo en la apariencia deseada),
bebés con sus encajes en sus cajas
y en camisón mujeres sugerentes (?!),
encapuchados viva imagen de parca,
varios burgueses vestidos de domingo
con sus botines y sus lazos de seda,
y atada al cuello, soga en ajusticiado…

Las actitudes: algunas a lo vivo
parecen mantener conversaciones,
otras dar un paseo en fila india,
otras calladas miran acusadoras
"memento mori" dijérase dijesen
o lo del "matayotes", o "polvum eris”…

¡Yo no soy eso!, respondo algo indignado;
vayan en paz cenizas y despojos
que vida sigue, librose de fronteras
del armazón que la sostuvo en cuerpos
y otros ya encuentra acorde a circunstancias

… cual de la joven turista que me cruzo
con breves shorts, ebúrnea en camiseta,
y su "maromo”, un “yogurín”, un “cachas”,
aunque, eso sí, de expresiones transidas
que aquí desaparece el "buen rollito"
(a más de sobrepeso y michelines)
con el que se entra un día de primavera.

Da que pensar el cuerpo de desvelos
y sus cuidados con rayos UVA y dietas
más los potingues, los botox y las cremas;
cuidar del poro y asimismo del músculo
yendo al gimnasio, "spas" y bicicleta…

Subirse la autoestima en la apariencia:
boutiques de moda, trajes y complementos,
joyas, "Manolos", bolsitos de Loewe…
darle también "una alegría al cuerpo":
delicatesen y cócteles, gin-tonics,
viajar, turismo, llenarse de experiencias…

Acumular cuenta corriente, amigos,
sexo, poder, prestigio, vanidades,
no permitir jamás la decadencia:
implantes, prótesis, lipo-succión, viagra,
hacerse análisis, no descuidar chequeos
y si se tercia apuntarse al servicio
de preservarse helado a un mejor tiempo…

Todo va al guano y aquí bien se demuestra;
¿cuerpo inmortal?, tan sólo los de estatuas
como en fontana de plaza que he citado
do por los siglos exhiben sus vergüenzas
con carne tersa que nunca da en pellejo
(no haber circulación dentro en las venas
es aquí una ventaja inmerso en tráfico).

De los horrores vistos esta mañana:
la fuente infame, los mausoleos de capos,
tiendas de niños y regalos de boda,
motocarros "de choque" de alcachofas,
catacumbas, cadáveres y momias,
la gran lección que debe aprovecharse
de estos mensajes —de algún numen nos llegan—
puede ser resumida en un concepto
para adoptarlo como clave de vida;
la palabra es muy simple: DESAPEGO.

Y si a elegir puestos en tesitura,
lo peor sin duda: el tránsito en Palermo.



© albertotrocóniz / 13
Texto: de “CARNET DE VIAJE”
Imagen: "Retablo con Fresco de Fiambres"
de "FOTOFILTRADA"


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2 comentarios:

  1. Ampliemos las ofertas al turismo
    y haga Madrid cual hacen en Palermo
    que lo macabro tiene mucha demanda
    y seamos "vivos" aquí también con muertos.

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  2. Hoy se cumple de nuevo el viejo rito
    de asustar a las gentes con las bromas
    de los muertos enterrados a estos muertos
    que se toman a sí mismos por vivientes…

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