sábado, 13 de julio de 2013

SANFERMÍN.ES

Chute de adrenalina: el chupinazo;
si luzco un tatuaje ¿soy más macho?;
¿si en forma de guarismo … será un siete
… de Julio en San Fermín?: ¡allá que vamos!.

Un par de huevos (¿fritos?) más chistorra
amén de vino tinto en amplias diócesis,
más la vela al Patrono y un periódico
ten preparados para correr los toros.

En sanfermines importa estar borracho
que es fiesta dionisíaca (un pelo hortera)
con masas desatadas de sus límites:
el funcionario, el del comercio, el “ni ni”…
que ahora prueban a derribar fronteras
(esas tan aburridas cotidianas
de familia, municipio y sindicato)
con los encierros, gran tradición hispana
en su línea mostrenca y esperpéntica.

Para dejar que aflore lo inconsciente
“hay que mamarse”, lo cual es una ayuda;
¿pezones más pitones? ¡qué peligro!
que en una esquina acecha la Manada
de la pezuña hendida o la alpargata,
y en tetas y Estafeta vienen curvas
por no hablar de cunetas (¿las de la ETA?).

Ten cuidado, la muerte ronda cerca
y la prensa no es arma sea fiable
para esquivar los morros del morlaco:
¿Naranjito con "Marca"?, no lo veo;
¿Iglesias y "El País"?, le pilla astado;
¿“Pensamiento Navarro”?, un oximoron
(como Pedrito de presidente hogaño)...

cuando se note aliento de los belfos
lo más audaz será salir por piernas
del minotauro —aquí también va en panda—
y simboliza el toro que es la noche
con media luna en astro mal-agüero
y hay que retarlo saliendo vencedores
de la prueba en el dédalo y aun “cocido”
el mito se recree pese al vómito;
¿dónde esta Ariadne?, tomándose unos vinos.

Incómodos de asfalto y tanto cohete
añoran la dehesa los cornúpetas
y junto con cabestros, a lo suyo
que es salir de este trance en cuanto puedan:
correr, saltar y empitonar si tercia
y no tener en ello miramientos;
invoquemos del Santo el capotillo.

Pues no, que aquí no funcionan los cálculos:
¿buscar las ecuaciones ajustadas
a trayectorias de masa amenazante
para poder salir por la tangente?;
bovina mole a más berrendo en negro,
a un ingeniero se lleva por delante.

Turista albino quien a su Albión se lleva
amén del vino, una buena cornada;
sobre cirrosis también apendicitis:
en la ingle del inglés una puntada.

Un norteamericano se ha dejado,
después de echar el bofe, medio bazo
(también aquí repítese la historia
quijotesca de la famosa escena
en donde el mosto escapa del pellejo).

Tampoco aquí los nacionales libran
por más echar pelotas, que en pelota
y ya después de cuatro volteretas,
con "Kalvin Kleins" bajados hagan calvos
mostrando al mundo los calzoncillos (¿blancos?).

Apolo flechador toca la lira
mas no puede amansar a tanta fiera
de bípedos implumes y cuadrúpedos
más todos los engendros tipo sátiro,
y ya aquí Marsyas se sale con la suya
pues el fauno le gana a la Academia.

Con las chicas —se ve en telediario—
dos grupos diferentes de opiniones:
las viejas feas protestan que allí toquen
en medio del marasmo algunos mozos
bocinas y culitos (mas no a ellas);

otras más jóvenes se muestran encantadas
pues como siempre la risa va por barrios,
y aquello otro: lo de que nunca llueva
en tan jovial evento don Juan Jove
a gusto a toda que se postule en Dánae.

La juventud ya se sabe: una fiebre,
un sarampión, eccema o sarpullido
del que si sobrevives no hay cuidado:
la enfermedad se pasa con el tiempo
aunque eso sí, acaba siempre en muerte,
¿mas será el viejo adagio acaso cierto
que aquel que aman los dioses palma joven?.

Pero siga la fiesta y mientras dure
y podamos vivir para contarlo,
pues eso, vayan días, vengan ollas
a poder ser repleta en grandes poll@s
y aún mejor las de rabo de toro
que es gran venganza comerse al enemigo
(nada diré aquí de aquel Montoro)
y lo que comes crías: la chistorra
flanqueada siempre de un par de huevos (¿fritos?).





© albertotrocóniz / 13
Texto: de “TALCO MOLO EO”
Imagen: de "FOTOFILTRADA"
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