miércoles, 11 de diciembre de 2013

A VUELTAS EN TORNO DE CADÁVERES

En la ciudad de Shiraz (antigua Persia)
se levantan las “Torres del Silencio”
por la comunidad zoroastriana
adoradores de los cuatro elementos:
del aire, el fuego, del agua, de la tierra;
y así se considera se profana
la pureza debida a esos principios
si se arrojan cadáveres en ellos.

No se puede dar tierra a los despojos
ni lanzarlos al mar, tampoco a ríos;
mucho menos cremarlos, que involucra
a entrambos fuego y aire (y contamina).

Por tanto allí se llevan a los deudos
a torres construidas al efecto
colocándolos en lo alto de las mismas
como pasto de buitres y de cuervos;
que en bellas danzas de círculos concéntricos
se ciernan sobre el muerto, luego bajen
y empiecen a operar sobre la momia
transportando por fin su carga al cielo.

Eso era antiguamente ya que ahora,
quizás debido al desarrollo urbano
o a otras causas (buen tema para tesis),
los buitres van desapareciendo.

Otra hipótesis dice que se debe
al uso humano de los medicamentos
que si bien nos alargan la vida
caen a los buitres sumamente indigestos.

Y ya son “rara avis” a alimentar con pienso
(un "pienso ergo subsisto" dicen ellas,
mas no hay color con los fiambres dilectos)
si es que aún se quiere mantener el paisaje
tradicional tan caro a los turistas
que buscan selfies en “Torres del Silencio”.

El bullicio "no va" con tal silencio
imprescindible a consumar el rito
de que las aves se acerquen reverentes
y cumplan sus labores profilácticas;
parece impío que alcancen allí ruidos
de la ciudad, del tráfico, bocinas,
de gentes por las calles peleándose;

mas silencios no molan, sino el ruido
para cernirse en torno de fiambres,
ruido mediático que es el que es importante
y así poder sacar de ello tajada.
“el muerto al ático y el vivo abajo al bollo”.

Y en cuanto a pájaros de muy diverso tipo
(todos comparten el hecho que “despluman”)
han migrado al unísono a Sudáfrica
congregándose al olor de la carroña
del cadáver eximio de un político
(sólo faltó a la cita Mas-Madiba).

Ni siquiera pudo un espantapájaros
manoteando esquizofrénico auyentarlos;
¡qué gran país el de la vuvucela!
(que hace juego con bobo y con Mandela).



© albertotrocóniz / 13
Texto: de “TALCO MOLO EO”
Imagen: Torre del Silencio, de "FOTOFILTRADA"


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