miércoles, 12 de febrero de 2014

CONJETURAS

He is a monstrous peacock, and he waveth all the night,
his languid tail above us, lit with myriad spots of light.
(W.B. Yeats)

Caminaba en el bosque, llovía un cielo gris,
alcé arriba los ojos, sobre las copas vi
que los búhos cesaban de perseguirse en lid
y el más viejo ululando a todos dijo así:
“¿Es Dios un búho muy sabio cuyas alas de zinc
empapadas de gotas mojan sobre este abril
y que la luz de luna es un rayo sutil
que emanan sus pupilas por todo el gran confín?”.

Continué mi camino cuando de pronto oí
la voz dulce aflautada de un suave colibrí;
cantando hacia lo alto se preguntaba si
Dios en los cielos fuese un enorme violín
y que a él, su criatura, sólo cabía cumplir
las trazas de tal padre de herencia tan gentil.

Prosiguiendo el sendero, al cabo en un jardín
un pavo real muy grande peroró para sí:
“Dios es sin duda un pavo gigantesco y feliz
que canta días y noches, cuya cola sin fin
desplegada en el orbe muestra bellezas mil:
las estrellas del cielo, a las flores… ¡y a mí!.

Llegué luego a ciudades donde con hombres di 
discutiendo entre ellos que si no, que si sí
Dios fuera un sabio anciano de luengas barbas y
su dedo señalase —a este no y a este sí—
con que a uno lleva a un cielo en florido pensil
y al otro como réprobo lanza a hórrido cubil
en donde por lo eterno habrá dientes crujir

… todo ello conjeturas de una mente infantil.





© albertotrocóniz / 14
Texto: variaciones sobre “The Indian Upon God” de W.B. Yeats
de “POEMAS DEL SÍMBOLO Y DEL MITO
Imagen: “Pavo Real”, de “FOTOPINTURA”
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