jueves, 25 de septiembre de 2014

DIOS DEMUESTRA A STEPHEN HAWKING SU EXISTENCIA

Ya que te inquietan problemas esenciales
acerca de si existo o si no existo
y de si el cosmos en tu visión científica
no necesita de formular mi hipótesis,
demostraré con lógica aplastante
usando sólo argumentos racionales
la realidad de lo que en verdad eres:
sólo Conciencia que es creadora de todo:
mente y materia, del espacio y tiempo,
Dios, universos y de Stephen Hawking.

En pura ciencia debieras de atenerte
únicamente al solo dato empírico:
si dices "árbol", ¿acaso allí hay un árbol?
diciendo "estrella", ¿acaso hay una estrella?;
¿no es inferencia en la que tú extrapolas
lo único cierto que tiene tu experiencia
—que es percepción, sentires, pensamientos—
a una supuesta realidad externa
siendo tan sólo contenidos de conciencia?
… de tu conciencia, de la única conciencia,
—llámalo solipsismo si te place—.

No me digas que miles de millones
también tienen tus mismas percepciones;
para empezar: ¿toda esa gente acaso
a quien supones una existencia autónoma,
no es producto también extrapolado?;
si aun concediésemos en su propia vivencia:
árbol y estrella —el caso bien mirado—
volverían a ser sin duda su inferencia.

Nadie ha logrado salir de la burbuja
que suponen contenidos de conciencia;
dar realidad aparte y separada
a cosas que percibo en mi experiencia
escindidas de mi, de mi conciencia,
no resiste un análisis empírico
y es por tanto una mera creencia.

Así la ciencia tomando los objetos
inmersos en el tiempo y el espacio
como entidades entre otras entidades
con realidad de cada una de ellas
interviniendo con independencia,
es asunción hipotética, un supuesto
y así se minan las bases asumidas
de un sistema falaz aunque pretenda
ser la "piedra de toque" y el contraste
de lo que pueda ser real o no lo sea
puesto ya vemos que tal idea es creencia.

Por lo tanto tomando lo "científico"
entendido tal como tú lo entiendes
como único criterio que sancione
lo que es verdad de lo que no lo sea
estamos cometiendo error de bulto
por más que vaya por siglos mantenido
y es como religión a fe dispuesta.

No hay que esgrimir en los razonamientos
el argumento práctico engañoso
de las ventajas que brindan ciencia y técnica;
aquí buscamos el meollo de lo último,
no en más o en menos que el sueño sea cómodo;
si tú has citado a Dios, ¡atente a ello!.

La ciencia es válida mas tan sólo en su campo
que es descubrir las reglas en el juego
de interacciones entre miles de objetos
—sombras chinescas moviéndose en pantalla—
pero no realidad en que se basan
la cual tan sólo es la única Conciencia.

Tú creas mundos cuando estás en vigilia
de espacio y tiempo a más de la materia
(la pesante materia impedidora
que te ata al cuerpo en que vives prisionero);
luego en el sueño eliminas esta carga
y viajas libre sólo en espacio y tiempo
sin constricción a una silla de ruedas

… y si por fin das en dormir profundo,
ya ni tiempo, ni espacio, ni materia,
ni incluso aquello a lo que dices mente:
eres el puro ser sin pensamientos,
pura Conciencia vacía y por lo tanto
capaz todo acoger cuando lo sueñes
—en proceso de vuelta hacia el ensueño
y hacia ese otro llamado la vigilia—
una otra vez en mundos y universos.

Todo lo creas tú de esta manera,
todo lo creo Yo pues yo soy todos;
Soy lo único que Es, aquí y ahora,
no hay ni tiempo ni espacio, ni materia:
tan sólo formas que toma el pensamiento
hecho de la urdimbre de los sueños

… como esa tuya a la que he encomendado
el descubrir las reglas de mi juego;
daré una pista ya que me caes simpático:
leyes que buscas no explican el tablero
en donde muevo las fichas como sombras
y que se atienen a normas que yo he impuesto
y que tú tratas de poner en ecuaciones
función de la entelequia espacio y tiempo,
mas todo es “hijo de una mujer estéril”
(aunque a sus bodas invitados estemos).

Leyes surgen detrás de esa apariencia
desde el "aquí" en donde no hay espacio,
y del "ahora" donde no existe el tiempo;
la clave es: Soy la única Conciencia,
soy en efecto el Uno sin segundo;
Yo Soy solo cuando inmanifestado
e incausado creo los universos
y en todos ellos soy la única PRESENCIA.

Sí, al fin y al cabo eres el dios, ¡despierta!.



© albertotrocóniz / 14
Texto de: “LA BÚSQUEDA INCESANTE”
Imagen: "Stephen Perplejo"
de: “FOTOPINTURA”


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