miércoles, 10 de diciembre de 2014

CONVOCATORIA A ÁGAPE NAVIDEÑO

¿Y decís que invitáis?, pues ¡voto a Bríos!
que acudiré con apetito insano 
y grande sed a haceros los honores:
tortilla de patata, una gran polla
—muslo y pechuga de tierna gallinácea—
a tal siga grueso rabo de toro
(que siempre como de aquello que se cría)
y a los postres un queso con membrillo 
regado en vino y en sidra de la casa
y si se tercia —con agua de Bezoya—
bicarbonato a más de un digestivo.

Buen cristiano a fe mía es maese Mingo:
da de yantar a pobres estudiantes
y asociados-a dos-velas-profesores
por cuatro reales como aquel que dice;
y así no grava vuestra bolsa en demasía 
que bien podríais haber citado en Horcher, 
Zalacaín o algún figón más fino 
de esos que lucen estrellas michelines.

Mas dejemos el caso que antes quiero 
—para saber que no sois un hebreo—
veros catar delante concurrencia
un pan de hogaza pringado con tocino;
sólo me bato con cristianos viejos 
y no es mi espada para ensartar marranos
si es que llegase aquí "la sangre al río"
de resultas de un duelo ocasionado
por ya sabéis, nuestra vieja contienda:
"quién haya más novicias en su lista".

Que allí os espero si acaso sois valiente;
mostrad resumen junto a certificados
(y comprobantes de haber pagado tasas) 
donde figuren monjitas como alumnas,
mas sólo valen para ese memorándum
aquellas que asistiesen a las clases
tocadas con sus velos y con hábitos,
y no esas otras que vienen camufladas
con su falda escocesa y rebequita
por no excitar al progre rogerío
(como el de vos, que todos ya sabemos
cómo ponéis vela a Dios y otra al diablo), 
ni mucho menos las dueñas exclaustradas
con un acre tufillo a marimacho
que más a más son independentistas.

Que juzgue audiencia ambas ejecutorias:
la vuestra y mía con notas que les diésemos,
también acaso si han hecho ya conventos
por encargo de madres superioras
y si es que somos para ellas consultores,
o agradeciendo lecciones recibidas,
puntualmente nos mandan dulcecillos
en Navidades envueltos de oraciones
(que grande falta os hacen gran bellaco,
para salvar vuestra tan negra alma).

Digan los parroquianos quién merece
el galardón de ser el más tenorio,
buen profesor galante con profesas
(si a los ojos del cotarro feminista
un machirulo impresentable y loco),
y una vez quede claro esto del clero
se le otorgue una pluma para el chápiro
y aquel que pierda que pague los cafeses
a más chupitos y puros de la Habana.

Caso de duda ¡pues que hablen las espadas!.

Firma con sangre
“El Fiero del Mostacho” 



© albertotrocóniz / 14
Texto: de “LA ESPUMA DE LOS DÍAS”
Imagen: Fotograma del film “Don Juan Tenorio”
de Ricardo Baños (1922)

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