domingo, 3 de enero de 2016

VESTIDA (?) EN PEDRERÍA VA PEDROCHE

Remito mi reproche a la Pedroche:
a ese vestido que ha dao las campanadas
a medianoche: ¿un homenaje a Orson?,
¿o un homenaje a la visión del macho?
dejando cate de las sus cachas cachos
(lo que al abuelo hace mesar mostachos,
a los adultos nos pone vivarachos
y se disparan hormonas en muchachos).

Pero ya digo, insisto en mi reproche,
mas no el que sea su traje todo escote,
sino en bordados de abuela cual tapetes
que aunque algo tapan no son lo que aquí petan;

más molaría si fuese fiel al mito
de Eva en Edén y casi desnudita 
"eso" tapase —muy brevemente— en parra
y así nos tiente, no sólo con manzana,
sino también con pera (cual veremos)
y con melones, y —bajo blondas— vieira,
para ingerir las 12 uvas garnachas
de mosca-tele en virtual gineceo
que se atragantan ante visión magnífica
ofrecida en el plasma de smart TV
(gracias sean dadas por tanto a ese programa
y a ver si lo mejora en holograma).

¡Viva Cristina que está buena la indina!
aunque suscite en envidiosas quina
porque a los hombres de toda edad, o casi,
despierte de sopor por la minina;
que a todos gusta menos a feministas
quien le adjudican ese nivel de tonta
por más "del culo" ¡teniendo dos carreras!
(lo cual no empece los glúteos como pera);
pues lo cortés no quita lo valiente
y en este caso lo lista a lo de bella;
que hay tontas-listas y también listas-tontas
y elija cada cual lo que prefiera.

Pero volvamos al tema del reproche
ya que algún pero seguro se lo espera
y es que el brocado ese de pedrería
que cuesta un huevo (de Fabergé o Swarovski)
bordado sobre gasa en transparencias
no puede ser tapete de ganchillo,
ni paños de crochet paños menores
que "en bolas" tapen labores de bolillos,
sino más bien señuelo que más pete
para enganchar audiencia entre machotes
por lo que expongo mi idea para el peto
que más a más lo alucino yo en colores
con pedruscos preciosos en derroche;
así pues aquí va mi diseño
en la forma en que (húmedo) lo sueño:

Debiera ser en púbis cual racimo
que represente en triángulo las uvas
que esperan deglutirse tras la espera
(a que caiga la bola me refiero);
pudiera ser morado el taparrabos
realizado tal vez con amatistas
a potenciar visiones sicalípticas,
que el color y actitud en uvas pega
deprisa atragantado al engullirlas
y yo con esta seguro sería artista.

Para parte de arriba de los pechos,
o en metáfora: al par de uvas de leche
debieran de cubrirlas dos manzanas
de roja la color —quizá en rubíes
a la par de pasión y de sonrojo—
de aquellas que sin duda Adán mordiera;
la Biblia de ello tan sólo de una dice
mas se puede apostar que entrambas fuese
donde por cierto el gusano se pusiese.

(Lo contrario denotaría un fantoche
incapaz de darla "satisfaction",
digno ser amarrado en un picacho
y desmochado a diario en su pitoche
por afilado pico de alimoche
que lo llevase a sus crías en el buche
impacientes ya en nido de acebuche
como pasase, tal creo, a Prometeo).

Para acabar con estas sugerencias
por la parte de atrás en el trasero,
lo veo en verde —nadie haga un chiste fácil—
y en esmeraldas que es allí lo que pega
(de azotaina y/o de pellizco protegiera
si hacía el culete la mano de alguien fuera);

dado que en Calipigias son cual pera,
allí una grande de las de agua figurase
en tafanario cubriendo su perímetro 
lo que a su vista ídem boca se hiciera
(incluso a la mismísima serpiente
que entre esas peñas guarecerse quisiera)
ya en dejando entrever los hemistiquios
remarcándolos con una cremallera.

Espero tome nota la Pedroche
para las uvas de la próxima noche
que de cuerpazo exhiba el bello tacho
envuelto en pedrería —mas no mucho—
a contemplarlo en montes y bataches.

Y al año que marchita ya caduco
tras del postre de piña al marraschino 
y antes de penetrar de lleno al nuevo
celebrando con champán y guirlache
y haciendo ante la tele el mamarracho,
le ponga, como ahora, hermoso broche
(y afortunado quien se lo desabroche).

Prometo serle fiel en mi trasnoche
dejando en zapear a troche y moche
con un documental de Bariloche 
y si le cuadra le ofrezco yo mi coche,
o como a cenicienta un carricoche
tras de que den las doce campanadas;
luego esperarla al salir del camerino
que ha de encontrarme meloso cual minino
agazapado en diván de limusina 
espectante a que suba la minina
(con a la mano tarrito-vaselina).

¡Viva Cristina pues buena está la indina
aunque despierte envidias con inquina!;
que a maldicientes les den mucho por ano
y a las celosas pues que les parta un rayo
… a poder ser un Rayo Vallecano.



© albertotrocóniz / 16
Texto: de “LA ESPUMA DE LOS DÍAS”
Imagen: “Cristina Pedroche en Traje de Noche”
de “FOTOFILTRADA” de Antena 3 Televisión.


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